Asociación Sociocultural Los Balleneros - CECEÑAS
Por qué nos llaman Los Balleneros
¿Qué es un seudogentilicio?
Además del adjetivo, propiamente gentilicio, con el que se da nombre al conjunto de habitantes en su totalidad de una entidad singular de población determinada o de una nación o país concreto y que se forma teniendo como base la raíz toponímica, existen, como se sabe, otras formas lingüísticas de designación colectiva que no derivan de su topónimo y que el Académico, Premio Nobel y Dictadólogo, Camilo José Cela en su Diccionario geográfico popular de España denomina con el tecnicismo de seudogentilicios.
Llamamos seudogentilicios, pues, a los apodos colectivos o motes que suelen venir impuestos por los habitantes de poblaciones aledañas hacia sus convecinos llegando a alcanzar tal importancia a veces, que pueden acabar sustituyendo al propio gentilicio, convirtiéndose así en la única forma de designación para nombrar al conjunto de habitantes que conforma una unidad geográfica de población determinada.
El seudogentilicio "ballenero"
Tal es el caso de nuestro seudogentilicio ballenero/a, pues es conocido que así llamaban los del elevado e inmediato lugar de Santa Marina de Hoyas –el Miera intermedio– a los hijos de Ceceñas. Los más mayores nos trasladaron que así se nos llamaba, porque un día de crecida del río Miera un arriero al asomarse por el puente vio bajar dos cubas de vino, pidiendo ayuda a gritos con la frase: “¡Una va llena!”, que los de Santa Marina interpretaron como “¡Una ballena!”, quedando el mote para la posteridad.
La Ballena
La ballena nos representa, y como no podía ser de otra manera, nos acompaña como fiel mascota en cada acto o aparición relacionada con el pueblo, o con nuestra asociación.
Otras ballenas...
La ballena cambia y evoluciona. Hubo otras antes...y otras nuevas vendrán. Pero siempre seremos fieles a la "va llena", pues balleneros somos, y así siempre se nos reconocerá!
La Ballena (años 90)
La Ballena (años 10)
Consecuencias
Cada acto tiene sus consecuencias, así que como represalia ante tal tropelía, se organizó la primera “guerra naval” entre dos pueblos no costeros, pues los vecinos de Ceceñas asediaron a los de Santa Marina a “nabazo” limpio.